domingo, 27 de diciembre de 2020

Mi pequeño colibrí.



 Ha nacido una estrella, con luz propia e incandescente que ilumina nuestros corazones.

Llegaste a este mundo y cambiaste nuestra vida, la llenaste de luz y de felicidad, reforzaste el amor de tus papás, más si cabe. 

Un te quiero, una caricia, un abrazo, un estallido de vida, una felicidad eterna a nuestras almas. 

Eres bondad, inteligencia y sabiduría, sigues siendo ese personaje pequeño y bonachón que nos enamora el alma. 

Un ser libre, sin odio, ni maldad, con un corazón que no te cabe en el pecho. 

Parece que fue ayer, pero ya son 10 diciembres los que contemplan tu mágica luz.

Los años de juegos y risas de un inocente niño en el parque, están dando paso, a otra etapa no menos interesante de tu vida. 

Estás aprendiendo el verdadero sentido, aprendiendo a vivir tu propia historia, la historia de tu futuro prometedor. 

Un camino que tus padres están construyendo, pico y pala sin cesar, labrando un futuro en tu persona, esperanzador. 

Cada día a tu lado es una nueva aventura que da sentido a nuestras vidas, tus inquietudes y continuas ganas de beber la vida a tragos, aprendiendo a pasos agigantados lo más importante y labrando tu propia personalidad. 

Sigue así amor mío, nunca pierdas tu sonrisa de pícaro bonachón, tus ganas de vivir cada segundo como si fuese el último, conserva tu personalidad hasta el final. 

Sin más, aquí siempre estarán tus padres, los que nunca te van a abandonar, y siempre te querrán, para lo que necesites, hasta el final. 

Has crecido compañero, ya no eres tan pequeño, te haces mayor de cuerpo y alma, pero nunca olvides una cosa, chiquitín. 

Tú siempre serás, mi pequeño colibrí. 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

A cien metros de comenzar.


 Que vengan por fin a rescatarte es un alivio para la expedición, es inviable seguir adelante.


Según el parte meteorológico, mañana estará despejado. Ya está aquí el helicóptero, en dos horas estarás entrando en quirófano, es una fractura limpia, ya te veo escalando en Pirineos.

Son las cinco, está despejado, atacamos los últimos metros a la cima del mundo, hacer cumbre, es el comienzo en mi nueva vida.

El tiempo ha dado un giro radical, estábamos a punto de coronar, exhaustos y fracasados emprendemos el descenso.

Nunca volvimos a casa, mi espíritu es libre, la luz de tu mirada, es mi último suspiro, siempre tuyo.

Todo terminó antes de comenzar.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Soy robot.


Mientras chirrían tus arrugadas costuras de bronce, trabajo tu computadora.

Tu engranaje tiene fallos, lo sé, pero se puede reparar, me preocupan más tus acciones, quiero de ti, lo más parecido a un  ser humano tolerable.

Si aprieto esta clavija y sueldo este tornillo, crearé en ti, sentimientos.

Vas a resultar un "ser humano", sin rencores, sin envidias, sin avaricia, alguien de convivencia fácil.

Un individuo sensible,sin hipocresía, inalcanzable a esta sociedad.

Sin ideales, ni religión conocida, un ser entrañable aún sin corazón, ni sangre.

Lo sé, eres un robot, pero no uno cualquiera, un prototipo inalcanzable al ser humano.

Tus costuras ya no chirrían, han sido reforzadas con valores.

viernes, 9 de octubre de 2020

Una ducha caliente.


 Me hace entrar en mi nuevo hogar, el "Ceti" me recibe a rebosar, no cabe un alma más entre estas paredes, de madrugada hemos pisado tierra setenta soñadores.

Sin papeles, sin dinero, sin identidad, pero con ganas de comerme el mundo.

Una vida de penurias, de miseria y hambre, pero ya estoy en la madre patria.

Una ducha caliente, – nunca supe lo que era- y un plato de comida, me reciben.

Han pasado diez años de aquel viaje, de aquella patera destartalada, el Estrecho de Gibraltar se hizo interminable.

Aquí sigo, al otro lado, de interprete y coordinador, dando cobijo en su nuevo hogar a más compatriotas. 

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Ya estoy en casa.


 Ya estoy en casa, ayer salí vivo y hoy vuelvo inerte.

Nadie me ve, pasan a mi lado y no puedo abrazarlos, solo mi perro sabe de mi presencia.

El operativo fue un fracaso que me ha costado permanecer en el mundo de los vivos.

Permanece mi alma, han pasado diez años y parece que fue ayer, mi esposa se ha quedado sola, mis hijos han volado del nido.

Yo te cuido amor mío, tú no me ves, pero yo estoy a tu lado para que seas feliz.

Sigo aquí, acabo de llegar, ya estoy en casa.

jueves, 17 de septiembre de 2020

Huir.

 Qué gusto da verlo todo recogido, los de la mudanza pasarán mañana a llevárselo todo.

Por fin en nuestra nueva casa,rodeados de naturaleza, lejos del ruido y la polución.

La ciudad no era segura, el virus avanza y la única forma de no contagiarse es el aire puro y el distanciamiento de la humanidad.

Es una huida hacia la libertad de lo desconocido, bosques frondosos, cascadas, riachuelos y una innumerable legión de animales salvajes.

La ciudad no es nuestra meta, la multinacional ha quedado atrás, las ovejas ya están produciendo leche y pronto tendremos nuestros primeros quesos en el mercado.

Volveremos al asfalto.



jueves, 10 de septiembre de 2020

Mi querido amanecer.


 Exactamente lo mismo que decía cuando estaba viva, a diario,su mítica frase, mi querido amanecer.

Sus paseos matutinos a la orilla del mar eran conocidos en Santander, en su querido Sardinero.

Incluso ya siendo una anciana con muchas limitaciones, seguía acudiendo con asiduidad.

El alzheimer se la llevó, pero hoy sigue siendo un icono para todos los amantes del mar.

Camina por la orilla sin cesar, entre algas, arena y sal.

Amanecer, tras amanecer, mi querido amanecer.

miércoles, 19 de agosto de 2020

Maltratada

Como cada atardecer salió en busca  de respuestas, ella siempre se preguntó porqué no lo hizo antes.

Sometida a todo de tipo de maltratos físicos, psicológicos y continuas aberraciones que consiguieron durante varios años ser una muñeca de trapo en sus manos, con su autoestima perdida y pisoteada por debajo del subsuelo.

Su única salida estaba en ejecutar ese plan que tantas veces había repasado minuciosamente, había llegado el momento de hacer justicia.

Cada minuto a su lado era una losa que pesaba demasiado y había llegado su momento.

Sentada en el malecón halló las respuestas que necesitaba para liberar su conciencia de malos pensamientos.

Esa noche volvió a llegar borracho hasta las trancas, despertándonos a todos, mis dos retoños no aguantaban más la situación, el niño con diez años se orinaba  en la cama y la chiquitina de solo cinco no articulaba palabra, el miedo era patente en sus ojillos llorosos, otra noche más de pánico se avecinaba.

Por supuesto yo no era menos, su simple presencia en la casa hacía que mi corazón se saliera de mi pecho, vaticinando un pavor inmenso hacia su persona.

Sus continuas entradas y salidas de la cárcel me habían hecho perder toda confianza en la justicia, había llegado el momento, ahora o nunca.

Me enfrenté a él, mirándole a los ojos, con arrojo y valor, como nunca jamás lo había hecho, dos puñetazos en mi rostro fueron suficientes para clavarle el cuchillo jamonero traspasando su pecho hasta la columna vertebral.

Nunca pensé que pudiera llegar a hacerlo, pero era real, muerto el perro se acabó la rabia.

Esa misma noche me entregué en comisaría, relatando los hechos minuciosamente, fui detenida y puesta a disposición judicial, mi abogada alegó que había sido en defensa propia, un año de cárcel fue suficiente  para comparecer en un juicio mediático que por supuesto ganamos.

No me considero ninguna heroína y por supuesto no estoy orgullosa de lo que hice, pero el afán de supervivencia me dio el valor suficiente para clavarle el cuchillo en lo más profundo de sus entrañas.

Hoy vivo feliz junto a mis dos hijos, han pasado los años y he rehecho mi vida.

Nunca dejes que otro ser humano te manipule, agreda y anule por completo, borrando de un plumazo tu dignidad y personalidad.

Sé tu misma y  vive sin temor.


jueves, 23 de julio de 2020

Arena y sal.

Hoy se ve mal,
la bruma no deja vislumbrar,
arena y sal,
el Sardinero en bajamar.

Mi mar amada,
eterna y soñada,
entre mis cantares,
observando pleamares.

Sol justiciero de verano,
arena y sal,
respirando aire sano,
en un Mataleñas colosal.

Desde Molinucos te veo,
hoy eres mi deseo,
solo puedo gritar,
que te quiero a rabiar.

Huele a turistas y Agosto,
a arena y sal,
a pandemia y mosto,
al calor primordial.

En el puerto me siento a esperar,
veo los prácticos pasar,
mi querida bahía,
contigo estoy en sintonía.

Nunca te dejaré de querer,
arena y sal,
el mar veo enfurecer,
corriente en la canal.

Cantos de sirena enmudecen,
las olas se encrudecen,
marejada de mentiras,
no hables más, que me intrigas.

Arena y sal de verano,
arena y sal somontano,
amada arena y sal,
ansias y anhelo de olor, a arena y sal.


miércoles, 15 de julio de 2020

La chica de la esquina

Llevo un par de días observando, en una calle de Santander, una escena sobrecogedora que ayer me dejó el corazón entristecido y sobrecogido. -Desgraciadamente esto está ocurriendo a nivel mundial, pero yo quiero hablar de lo que veo cercano a mí-.

Una chica treintañera , con presencia, educada y con muy buenas maneras. Agazapada en una esquina con la acera como sofá. 

Entre sus brazos un cartel que reza, soy madre y española, una ayuda por favor, gracias.

Ayer al pasar a su vera, no pude evitar entristecerme, ya se que desgraciadamente cada vez son más las personas que  están en esa tesitura, pero esta en cuestión, me ha llamado poderosamente la atención.

No sé como habrá llegado a ese estado, pero lo que si sé, es que la vida no siempre es como queremos,  que no es como empieza y sí como acaba.

No está demás,  empatizar un poco mas con las personas y ponernos en su piel, porque nadie está exento de llegar a una situación de estas características.

Yo era de los que pensaba, que este parón en nuestras vidas a causa de la pandemia nos iba a humanizar sanamente, pero veo que me he equivocado por completo, nos ha vuelto mas desconfiados, egocéntricos, seres huraños y antisociales.

El miedo es libre y no seré yo quien lo vaya a poner en tela de juicio, pero no significa que tengamos que perder nuestra seña de identidad, nuestra empatía y nuestro corazón.

Hoy me he percatado que ser un ser solidario y digno, es lo mejor que tiene el ser humano, no perdamos nuestra bondad, son virtudes que nos hacen seres mas fuertes y portentosos.

Las pandemias pasan, las guerras, las religiones, las razas, el fuego cruzado de un futuro incierto, nos hace vulnerables, seres microscópicos que pierden todo su valor.

Todo viene y se va, pero las personas seguiremos ahí siempre.

Yo hoy, soy esa chica de la esquina.


viernes, 12 de junio de 2020

Aprendiendo a sufrir.

Aprendiendo a sufrir cada dos minutos, peleando ante la adversidad a contracorriente, con valentía ante el silencio sepulcral.

No importan el cómo, ni el porqué, tal vez ha llegado el momento de dar el salto al vacío.

Esta es mi manera de existir, sin resignación, en cada gesto o mirada, afrontando cada situación, con paso firme y decidido, elegancia y hombría hasta la sepultura.

Con un optimismo efímero y huidizo, recabo recuerdos de mi mente vividos en mi niñez, buscando estabilidad constante en esta madurez existencial.

Prefiero no hablar y sí soñar que puedo echar a volar, a mi alrededor intuyo tu presencia cerca de mí, cierro los ojos y escucho tu respiración acelerada enredándose con la mía.

Que tu pena no te haga sombra, soñar con lo imposible, escribir sobre tu espalda un te quiero eterno, demostrarme que tengo la llave para abrir tu corazón, hundiéndome en tu luz.

Me basta con un adiós, pero no quiero que sea una despedida, sin tu aliento no podría vivir, se antoja muy difícil seguir sin ti.

No quiero seguir siendo ese idiota que no se atreve a decirte a la cara que he vuelto para seguir dando guerra hasta la infinidad eterna.

Sigo estando a tu lado, al fondo de esa llanura estéril, en el universo del asfalto, al final de la calle alegría.

No necesito a la gente para ser feliz, necesito aire para respirar en el ocaso del mar, silbando melodías eternas sin que nadie las oiga, gritándole al viento lo mucho que te anhelo.

Regando primaveras, en veranos tórridos de esas tardes de Julio en el Mediterráneo, silbando a un otoño ventoso y gris, llamando a un invierno frío y tenebroso.

Esta vez vengo para quedarme, para afrontar la realidad, para escuchar tus suspiros de amor, enloquecer a tu lado cada noche con sangre y pasión.

Ya estoy cansado de no parar, quiero gritar que ya estoy de vuelta, te quiero escuchar, mientras enloquezco sin razón.

Sigo aprendiendo en el caminar de tus suplicas, quieto parado, me digo a  mi mismo, creo que me quedo aquí, a atender mi desolación.

Pintando corazones, resbalando por tu espalda gotas de rocío, plasmando pensamientos en el mural de la inocencia con los pelos de un pincel ligero y astuto.

Me encomiendo a la luna eterna, al sol abrasador, a la lluvia incesante, al amanecer del relente nocturno, de un paso decisivo a la realidad incandescente.

Estoy que no toco el suelo, intento alcanzar las nubes pero se han esfumado, flotando en un mar de estrellas que brillan en esa oscuridad incesante.

Sigo aprendiendo a sufrir, a caminar por la vida de puntillas, sin hacer ruido, galopando entre las olas como un pura sangre enloquecido, bebiéndome la vida a tragos, sin tregua.

Aprendiendo a vivir para poder sufrir mientras el mundo gira y gira sin piedad.


miércoles, 13 de mayo de 2020

Un favor.

El próximo favor se lo pido a Santa Rita, que lo que te da, ya no te quita.

Tú eres un ser mezquino y deleznable, que se cobra los favores, hasta ahogar a las personas.

Un ser hipócrita, distante y arrogante, plagado de enemigos que buscan venganza hacia tu persona.

La prepotencia y avaricia, llevas por bandera, llegará ese momento que vas a necesitar ayuda, pero serás pagado con la misma moneda.

Porque favor, con favor, se paga, con solidaridad y dignidad, pero eso no  va contigo.

Un favor no me vengas a pedir, porque te vas a arrepentir.


miércoles, 6 de mayo de 2020

El tahúr.

Espero el milagro, me lo juego todo a esta carta, si sale par, seré adinerado,si es impar, una ruina será mi vida, esta noche se ha complicado y no veo el final.

Soy un tahúr empedernido, hoy es la última partida, ya no me queda nada.

El mes pasado me jugué mi casa, mi mujer ha desaparecido y mis dos hijos no me hablan.

Maldito baile de lobos en busca de su presa, no van a parar, hasta poderme atrapar.

El tahúr acaba su partida, ha salido par, soy rico y nado en abundancia, pero pobre de espíritu en una soledad eterna.

domingo, 26 de abril de 2020

Secretos de ciudad.

Cae la noche en la ciudad y  salen a relucir sus secretos mejor guardados, en su mayoría pasan desapercibidos sino fuera por el estudio minucioso que estoy realizando.

Como cada día y a la misma hora, un coche encarnado aparca en la esquina y se apea una rubia que es vecina del edificio de enfrente, deduzco que son novios y cada mochuelo vuelve a su olivo.

Son las once y la noche está desapacible, en la lejanía se oye al camión de la basura con su recorrido rutinario, la cena ya está servida y me siento a la mesa.

Hoy ha sido una jornada bastante escabrosa, demasiados documentos atrasados y había que ponerse al día. Cuando llegaba con mi coche a casa, ya de noche, he visto algo muy desagradable,una señora tirada en el suelo lloraba desconsoladamente porque un ladronzuelo la había robado su bolso, he parado a socorrerla y me he percatado que era la vecina octogenaria del ático C.

Se escucha el ronroneo de las palomas, la noche está silenciosa, hasta que el ruido de una sirena perturba mi apasionada lectura de un libro sobre la fiebre del caucho en el Amazonas a comienzos del siglo xx. Decido apagar la luz e intento conciliar el sueño  que al amanecer el despertador no tiene piedad.

Se oyen voces en la calle, está muy oscuro pero a través del cristal puedo distinguir la silueta del vecino de enfrente que vuelve ebrio como cada noche,su mujer asomada a la terraza le vierte un cubo de agua encima y le recrimina a gritos que hoy no entra en casa, a lo que él la responde con insultos y amenazas.

Amanece un nuevo día, los secretos nocturnos, dan paso a los diurnos. Se oye un perro ladrar, sus ladridos indican que es la hora de empezar a funcionar, mientras me doy una ducha rápida, caliento café, para no perder tiempo y salir pitando a la oficina.

Ya en camino, el atasco diario de la M-30, me recuerda que cualquier día me lío la manta a la cabeza,
me mudo a la sierra y cambio radical de estilo de vida.

Madrid es cada vez mas aterrador, sus atascos, su contaminación, su estrés diario,sirenas, obras y un sinfín de inconvenientes que pueden llegar a hacerte odiar esta ciudad, sino fuera porque la venero, ya me hubiese marchado. Amo su asfalto, sus monumentos, sus gentes, su bullicio, sus garitos,sus tapas......de Madrid al cielo dicen.

Ya en la oficina, sentado en mi mesa frente al ordenador, si miro a cada lado están mis compañeros, mas papeles,teclados, etcétera, pero si miro de frente a través de la cristalera veo mercamadrid, un goteo constante de camiones que entran cargados y salen vacíos,  dicen que cuando Madrid duerme, mercamadrid trabaja.

Hoy  es viernes y los compañeros quieren salir de tapas al acabar la jornada por la Latina y si tercia tomar unas copas por Atocha.

Siempre apetece verse las caras fuera de la oficina en un ambiente distendido departiendo en la barra de un bar y discutiendo a ver  quien la tiene más larga.

Creo que ya es hora de volver a casa, taxi con tres compañeros más y a Princesa.

Hoy Sábado toca descansar, madrugo y me voy un rato a correr por el templo de Debod, es temprano y hay poco bullicio, de  camino a casa paro en la panadería a coger pan y croissants  calientes para desayunar con mi querida esposa.

Avanza la mañana tranquila, cocino un solomillo al queso, mientras apuro una copa de Ribera reserva del 06.

Siesta breve con la parienta en el sofá, unas caricias y arrumacos y película repetida en el canal de turno.

Salimos hacia la galería de mi gran amigo Claudio que hoy estrena obra  de un pintor consagrado del barrio de Salamanca, entre pinturas y esculturas varias unos canapés y un albariño afrutado que hace las delicias de los paladares mas exigentes.

Mi esposa es galerista y comisaria de la galería y estamos invitados a una cena de gala en el Palace, acabaremos la noche tomando unas copas en el casino, hoy es noche flamenca y actúa  Miguel Poveda en directo.

De vuelta a casa el taxista se cree que somos turistas y nos quiere dar una vuelta innecesaria para ganarse unos cuartos extra, a lo cual mi esposa le recrimina que si nos ha visto cara de británicos desfasados, vale que vamos con una copa de más, pero no pretendas timar a una madrileña nacida en Chamberí. Me crié entre cuadros de Sorolla y paseos por el Retiro, mi padre fue el comisario del Sorolla durante muchos años, de ahí mi vocación y mi actual profesión.


Es domingo y toca relax total en casa, mantita, sofá, película mala y hacer el vago para coger fuerzas y comenzar el lunes con alegría y vigor.

Anochece y vuelven las mismas caras, los mismos gestos, las mismas voces, coche encarnado en la esquina, vecino ebrio que se tambalea,esposa histérica que grita sin cesar. Camión de la basura, libro y ambulancia que pide paso a través del asfalto oscuro de la urbe.

Secretos de ciudad bien guardados, de fácil accesibilidad si eres un poco observador, Madrid y sus circunstancias, su Puerta del Sol, Plaza Mayor, España y su Gran Vía.


martes, 21 de abril de 2020

Aquí vivo yo.

-Al final del pasillo, se ve grabada una inscripción en la que reza, aquí vivo yo.

-No te quiero en mi morada,vete, los forasteros no son bien recibidos.

-Me dijeron en la inmobiliaria que en esta casa vivió una familia acaudalada, pero no me advirtieron que seguía habitada.

-Me mudo a la sierra buscando la paz que no tenia en Madrid, pero veo que no estoy solo.

-Vete a cualquier otra parte, o no me olvidaras jamás.

-Los lugareños dicen que el primogénito falleció en extrañas circunstancias.

-Aquí vivo yo,disculpa mi osadía,a mi alrededor te intuyo, el eco es mi voz.


sábado, 18 de abril de 2020

Imaginar


elinsurgentecalleja.com 

Imaginar

https://elinsurgentecalleja.blogspot.com

Imaginar, es un proyecto que dos amigos y compañeros  empezamos a desarrollar  antes de la pandemia y que ahora debido al confinamiento y cada uno desde nuestra casa, hemos hecho realidad a través de las tecnologías.


Este es el resultado, espero y deseo que sea de vuestro agrado.

Gracias queridos seguidores y amigos, qué disfrutéis.
Salud y fuerza.

#SaludosInsurgentes

https://vimeo.com/409222921



lunes, 6 de abril de 2020

Todos somos Peter Pan.

En este confinamiento la empatía y solidaridad están latentes, Peter Pan está presente.

Todos somos uno, una única misión vencer al virus y la ansiedad.

Asomarse a la ventana, ver caras nuevas, aplausos, silbidos, gritos, sonrisas, un agradecimiento a los que siguen pateando el asfalto vacío.

Personalmente,  estoy aprendiendo mucho de mi hijo, ha interpretado perfectamente lo surrealista de todo esto, dentro de veinte años le contará esta batalla a sus hijos.

Estos días todos somos guajes, pinceladas sobre el papel, figuras de plastilina, acuarelas, solidaridad, paciencia, dignidad.

Todos somos Peter Pan.

miércoles, 1 de abril de 2020

Virus.

Nada en la mente de Diego hacía presagiar lo que iba a surgir en días posteriores- actor de profesión-, el rodaje en la ciudad condal va estupendamente y todo transcurre según lo previsto.

Madrileño, nacido en la Latina donde hoy sigue viviendo con su pareja y su perro fiel, añora sus calles,  extraña su tapeo  y el bullicio de sus gentes, pero ahora su trabajo está a menos de tres horas en tren y tiene que acabar con el rodaje.

Sería un despertar más en la habitación de su hotel sino fuera porque suena el teléfono.
-Llaman de producción anunciando que el rodaje queda suspendido-, sin tiempo de reacción Diego se lamenta y pregunta el porqué.

 Un virus se está apoderando del país y es indispensable que la gente permanezca confinada en sus domicilios por riesgo alto de contagio masivo y miles de fallecimientos.

Sin tiempo de reacción agarra su maleta y coge un taxi- a la estación de Sants, por favor-, el nerviosismo del chófer es lógico,en cuestión de horas el caos se apodera de las calles y todo el mundo tiene prisa por volver a su destino.


Afortunadamente el caos es en la ciudad y no en la estación, pocos son los viajeros y menos aún los que viajan a la capital del país, -la situación en Madrid es preocupante-, las cifras de contagio en los hospitales madrileños no  dejan de crecer y las urgencias comienzan a colapsar, en taquilla comprando su billete escucha por sus auriculares que en cuestión de horas  el gobierno va a decretar el estado de alarma.

Atocha le espera y no hay tiempo que perder, su pareja está tranquila porque sabe que ya está de vuelta.

Son cerca de tres horas que se hacen eternas, con Diego son seis pasajeros en total, ninguno se mira a los ojos y guardan distancia por miedo al contagio, cierra los ojos y traga saliva,  mientras piensa que es todo tan surrealista como una película donde hace años fue protagonista,solo que esto es real y hay ganas de llegar a casa.

Atocha está vacía, solo unos pocos taxistas esperan en la salida,- el panorama es desolador-, a la Latina, por favor. Las calles están oscuras y vacías como gris es el día que se esfuma en la capital, la lluvia es persistente y hace frío, no cabe duda que es una primavera que no olvidaremos.

La diosa  Cibeles nos saluda al pasar sin tráfico rodado, Neptuno está triste y la Puerta de Alcalá llora por los primeros fallecidos en la capital, el virus se ha cebado con sus habitantes y la psicosis se adueña de sus calles.

Ya en casa, me quito toda la ropa y no me detengo a besar a la parienta, directo a la ducha por temor, Masti mi fiel escudero se sienta a esperar mi ducha, ya más tranquilo le acaricio y como a besos a mi bella mujer.

Ya son dos semanas en casa, que dan para muchas cosas, mira la gente como lo siente, como lo vive, cada uno a su manera, los balcones y ventanas de las casas son nuestras trincheras, como expulsan, como cantan, los miro y aprendo, mientras apuro mi segunda cerveza.

Las aceras desérticas, las terrazas recogidas, sólo mi vecino paseando su perro y  dos policías patrullando el asfalto, ya me he visto diez películas de cine japonés en versión subtitulada, son las ocho de la tarde y comienzan los aplausos de agradecimiento a los que siguen batiéndose el cobre por los que estamos en casa.

Me tiembla el pulso al pensar en lo que está ocurriendo, el virus ha declarado su guerra particular y el gobierno tiene serios problemas para atajarlo, son ya miles los sanitarios contagiados y miles los muertos hacinados en el Palacio de Hielo.

Los hospitales están desbordados, pero la gente está unida con ganas de luchar, es una batalla constante contra el reloj para salvar vidas.

Ya estamos en la quinta semana de confinamiento y esto parece que remite, los fallecidos son menos, la curva de la pandemia esta en su fase final, en dos semanas podremos salir a la calle escalonadamente, con mesura, guardando las distancias.

Yo me despierto un día más como el niño que camina hacia un futuro prometedor, quiero pensar que esto nos ha hecho más fuertes, llenos de humanidad y mayor empatía hacia el prójimo.

Estamos en la prórroga, día treinta y seis del confinamiento, por fin se ve la luz al final del túnel.

Nunca olvidaré la cara de los niños en los balcones, de los ancianos en las residencias resistiendo y la de todo un país unido venciendo al mal.

El virus está controlado y vencido, quiero pensar que todo ha sido un mal sueño, pero no es así, no ha sido una de mis películas.

Mañana saldrá el sol, las aceras empiezan a cobrar vida y desgraciadamente la polución comienza a ser evidente, Madrid cobra vida, el país entero es felicidad.

Si la historia se repite, estaremos preparados, estoy seguro de ello, juntos venceremos.


lunes, 30 de marzo de 2020

El espantapájaros

La propia de los buenos espantapájaros, que salvaron la cosecha de maiz en la Texas del ochenta y cuatro, sólo uno fué infalible y eficaz.

En el rancho de los Ridley vivía Willy, un espantapájaros gracioso y bonachón, amigo de los dos pequeños de la casa.

Ese año los dos silos de la granja rebosaban mazorcas, gracias al buen hacer de Willy.

Aquella temporada la cuantía de cuervos se duplicó y las cosechas en muchas granjas fueron desastrosas, sólo los Ridley salvaron toda su producción.

Hoy Willy preside el museo de agricultura de Texas, como el mejor de los buenos espantapájaros.

jueves, 26 de marzo de 2020

Hijos de la pandemia.

-Nunca más se volvió a saber de él y ya han pasado dos  años de la pandemia del 2020.

-Ya prácticamente nadie se acuerda del famoso covid-19, que aniquiló a miles de personas en todo el mundo.

-Hoy Max ha vuelto por su pueblo, aquel que fue devastado por el virus dejando huérfanos y sin abuelos a los niños del coronavirus.

-La vida sigue en este pequeño pueblo del pirineo español, pero siguen siendo muchas las incógnitas y miles las preguntas sin responder.

-El presidente salió ileso, pero tuvo que hacer frente al acabar la pandemia a una moción de censura de la cual salió indemne, no así del fallecimiento de familiares y amigos cercanos.

-El virus fue una debacle mundial y a nivel nacional el caos económico y social de todo el país fue devastador, quedando sólo, los llamados hijos de la pandemia.

-Yo fui uno de esos padres que consiguió escapar del foco de infección a tiempo,- un hijo de la pandemia-, huyendo hacia los montes cercanos con mi familia.

-También he de deciros, que pasaron cosas muy buenas, aquel virus consiguió que las personas se respetaran y dieran valor a cosas, que primero eran insignificantes.

-La gente aplaudía desde los balcones y las ventanas de sus casas la  solidaridad y el trabajo de otros que salían a batirse el cobre a diario por calles desiertas y llenas de tristeza.

-Puso en valor el altruismo y la solidaridad de muchas personas, la gente se dejó la piel en sus trabajos, taxistas solitarios en las venas de la noche, sanitarios que  doblaban turnos en su afán de acabar con el "bicho", los supermercados no dejaron ni un solo día de abastecer a la población, con sus trabajadores exhaustos, transportistas solitarios por las carreteras para que no faltaran las provisiones, equipos de limpieza municipales que se dejaron la vida en las calles y un sinfín de personas anónimas que lucharon hasta la extenuación por acabar con el virus.

-Hoy sois vosotros, los niños del coronavirus, los que tendréis que poner freno a futuras guerras víricas, con los conocimientos adquiridos, en  aquella primavera devastadora de sangre, sudor y lágrimas.

-Si algo aprendisteis de aquel largo confinamiento de tres meses con sus días y noches, fue a ser pacientes, a ser los niños de los hijos de la pandemia más devastadora e  insolidaria que pudo existir.

-Por todo eso y más, los emigrantes y supervivientes  de este virus devastador, tenemos que confiar en vosotros, como salvadores del planeta en un futuro cercano.

-Salud y buena suerte.











sábado, 21 de marzo de 2020

Covid-19. Pandemia.

Llevo varios días confinado entre cuatro paredes y da mucho tiempo para pensar y reflexionar.


Atravesamos unos momentos muy difíciles a nivel mundial, pero juntos y unidos venceremos a la pandemia.


Es en estos momentos, cuando te das cuenta de los valores humanos que todos escondemos en nuestras entrañas, juntos arrimando el hombro en el sector alimentario, en momentos muy complicados para que no nos falte de nada,
sanitarios luchando hasta la saciedad en turnos agotadores, bomberos, policías,etc.

Vaya mi pequeño homenaje a todos ellos desde estas lineas, son días de mucha confusión y desasosiego, pero entre todos venceremos.

Vivimos momentos épicos que quedarán para los anales de la historia, que mañana nuestros hijos estudiarán.

Es algo nuevo par todos y nadie está preparado para estos contratiempos, pero si algo tiene el ser humano es capacidad para reaccionar ante situaciones adversas.

Personalmente creo que este es el comienzo de una serie de virus que seguirán al Covid-19 en el futuro, pero sí tengo claro que lo que estamos aprendiendo ahora nos servirá en el futuro.

Estoy deseando abrazar a toda mi gente, agasajaros a todos, comeros a besos.

Salir a las calles,disfrutar de mis paseos matutinos,de mi trabajo,del sol, del mar, de la libertad y por supuesto de ver jugar a "mi" Racing en el Sardinero

Juntos y unidos venceremos en esta batalla atronadora y bestial.

Salud y fuerza compañeros.

domingo, 23 de febrero de 2020

Sin identidad.

Y ella finge que se lo cree, su marido permanece en paradero desconocido desde hace una semana.

La doctora continúa con su rutina habitual en el central, jugando al despiste con el resto de los mortales.

Lucía viaja en secreto a la selva colombiana sabiendo que el doctor está vivo y se esconde de la guerrilla.

Hubo un ataque al pueblo donde estaba de cooperante, pero Tomás consiguió escapar al interior de la selva amazónica.

De vuelta a España y preservando su identidad,se instalan en una pequeña localidad de la serranía de Ronda, ambos viven en el anonimato de otra identidad.

Lucía finge que se lo cree.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Puro teatro.

Ahora ya vestido puede salir a actuar, su vida es puro teatro.

Cuando sale a escena se olvida que está sobre el escenario y su pánico escénico desaparece.

Nació entre bambalinas y creció en escenarios alrededor del mundo, sus padres, grandes actores, fallecieron en el escenario.

Hoy propietario y productor de los mejores teatros del planeta sigue estando desnudo y siente pavor, pero cuando se alza el telón, actúa con devoción.

Sus hijos crecen felices sobre las tablas, como él en su niñez.

Mañana será otro día más, la función debe continuar.

viernes, 10 de enero de 2020

Sentimientos encontrados

En la guerra lo perdió todo, hasta su pierna, pero su dignidad y su valía siguen intactas.

Los bombardeos de los aliados fascistas en Madrid son cada vez mas intensos y los refugios son escasos para albergar tanta demanda, varios compañeros de partido han sido fusilados al alba y tengo mis sentimientos encontrados.

Mi trabajo de periodista en el periódico de las milicias esta llegando a su fin, ya no hay nada que rascar.

En la calle Montera hoy  se han contabilizado más de quinientas victimas, la situación del ejercito republicano es insostenible, estamos perdiendo la guerra y tengo la sensación de que la parca está llamando a mi puerta.

Es el momento de escapar de esta barbarie absurda y empezar una nueva vida, no me queda familia, ni amigos a los que aferrarme, al anochecer emprendo la huida.

Suenan las sirenas, vuelven los bombardeos y no encuentro refugio donde cobijarme, la única pared que me queda en pie en la vivienda es reventada y cae sobre mi pierna, dejándola inservible.

Varios días después despierto en  una fría habitación de hospital en Valencia capital.

Mi pierna izquierda ya es historia y empieza un duro camino para recuperarme, con persistencia, esfuerzo y lagrimas derramadas salgo caminando con muletas del hospital un tiempo después.

La guerra ha terminado pero sigo siendo carne de cañón. Con la ayuda de un camarada de partido consigo embarcar de polizón en un carguero de bandera chilena y tras muchos días de navegación sin apenas comida ni agua consigo el objetivo y desembarco en Valparaiso.

Han pasado varios meses y ya tengo amistades de la profesión y largas conversaciones con literarios chilenos y algunos españoles exiliados.

Aquí esta ahora mi porqué y el amor de mi vida, atrás han quedado años de sangre y barbarie, pero mis sentimientos siguen encontrados.

Algún día volveré mi España ultrajada y resquebrajada.