miércoles, 25 de mayo de 2022

«Turno de noche.»


 A Carlos Baraja y su binomio Yolanda Ramos les toca turno de noche, el frío es intenso y bajar del zeta es una hazaña, la niebla dificulta la visión y no hay ni un alma.


Ambos agentes reaccionan cuando un peatón se les cruza en la calzada, los reflejos de Yolanda  evitan el atropello.
-¡Vamos Carlos, mueve el culo que se nos escapa!
-¡Ha tirado algo en el contenedor exclama Carlos, pero la maldita niebla me ha impedido ver que era!

-¡Yo voy a por ella y tú registra la basura! -Ok Yolanda.
¿Por qué huías? Quieta y no opongas resistencia. -Yo no he hecho nada.
-¡Eso dicen todos, las manos atrás!

Su semblante es de perplejidad cuando escuchan el llanto de un bebé, está claro que la detenida es la sospechosa del abandono.

-Soy la oficial Ramos, manden una ambulancia al siete de la calle Carretas, es un bebé y está en hipotermia.
Baraja cubre al pequeño con una manta, el Samur acaba de llegar.

A la sala de interrogatorios; -vamos a ver... lo mejor es que colabore y nos diga toda la verdad. ¿Por qué lo ha hecho? ¡Yo no he sido!
¡Usted verá, si colabora el juez le rebajará la condena!

-¡Vale sí, he sido yo, no quiero ese bebé! Es el resultado de una mala decisión y no lo quiero.
¡Mi cabeza estalla solo de pensar que es fruto de una violación!

-¿Por qué no abortó? Pregunta Ramos.
-Buena pregunta; he estado en coma más de un año y cuando he despertado ya había nacido, la decisión no ha sido mía.

-Tiene usted que saber que hay otros métodos.

-¿Iré a la cárcel?

-Tiene suerte, el retoño está bien, no tener antecedentes, su ansiedad y colaborar, son atenuantes para que el juez lo tenga en cuenta.

«Y digo yo...»


 -Y digo yo Federico...¿ Por que eres García Lorca verdad?  Estaba tan embelesado leyendo sus andanzas por las calles de Nueva York que la pregunta es obligada, comprenderá que esto es inaudito.


- Lo soy, y vos... ¿Quién sois? -Yo soy un humilde lector de Poeta en Nueva York y demás libros suyos.

-A penas llevo un mes entre rascacielos y no he comenzado a escribir mis poemas , solo son versos en mi cabeza.

-No desespere Maestro, he llegado sin explicación, le diré que vengo del futuro, del siglo XXI, es difícil de asimilar, pero así es.
Creí que era un sueño, pero me temo que no. Estar aquí con usted conversando es real.

-Me va a perdonar, pensaba que en esta ciudad lo había visto todo, pero he de reconocer que esto es insuperable. ¿Qué ha ocurrido este último siglo?

Es muy difícil contestar; pero a grandes rasgos, el Planeta existe de milagro.

-¡Explíquese, por favor!

-Innumerables desastres naturales, guerras, odio, envidia... todo derivado por la mala acción del ser humano; mejor hablemos de otros menesteres.
Hábleme de usted y de sus amigos Buñuel, Alberti o Dalí.

-Acaba usted de nombrar a grandes amigos y compañeros. ¿También les conoce?

-Ya hubiera querido yo haberles conocido, lo que si le digo es que he leído y estudiado toda su vida y obra.
Me reclaman en el futuro nuevamente, sepa usted que sus obras serán leídas por millones de lectores, su legado es insuperable.

-Mucho gusto, hombre del futuro. -El placer es mío, quiero que me acepte un consejo, no me pregunte porqué, pero quédese en Norteamérica, España no merece la pena, se avecinan años malos.

- Valoraré su consejo, pero creo que si volveré, si lo que me espera es la muerte, que sea en mi país con arrojo y valor.