Qué gusto da verlo todo recogido, los de la mudanza pasarán mañana a llevárselo todo.
Por fin en nuestra nueva casa,rodeados de naturaleza, lejos del ruido y la polución.
La ciudad no era segura, el virus avanza y la única forma de no contagiarse es el aire puro y el distanciamiento de la humanidad.
Es una huida hacia la libertad de lo desconocido, bosques frondosos, cascadas, riachuelos y una innumerable legión de animales salvajes.
La ciudad no es nuestra meta, la multinacional ha quedado atrás, las ovejas ya están produciendo leche y pronto tendremos nuestros primeros quesos en el mercado.
Volveremos al asfalto.
Suerte en tu nueva ubicación
ResponderEliminarYa me gustaría retirarme a esa ubicación, es todo ficción. Gracias amigo
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