lunes, 27 de septiembre de 2021

La unión hace la fuerza!


 El bosque estaba ahí, esperando un milagro… la voracidad de las llamas acechaban pero se resistía a perecer sin oponer resistencia.

¡El señor Chopo comenzó a dar órdenes para librarse!

¡Castaño, mueve tus ramas!, ¡el fuego se propaga hacia ahí!, ¡tu ramaje es robusto, aguantará la combustión!, Roble y la señora Encina te apoyan.

¡Aguantar un poco más!, los humanos están llegando con agua para salvar nuestra morada.

¡Nuestros pequeños no aguantan más!

¡Oh! ¡Qué fresquito!, reconforta ver personas que luchan por nosotros; otros provocan las llamas, por suerte son minoría.

¡Estamos salvados!, podemos seguir proporcionando oxígeno a los seres vivos

¡Lo hemos conseguido!

viernes, 17 de septiembre de 2021

Priscila y su libertad


 Priscila es la mascota de sexto de primaria, una iguana larguirucha y bonachona que lleva con los chavales desde primero.


-Hola me llamo Priscila y he decidido huir por amor, he conocido a mi "garrobo", (iguana macho), y quiero emprender nuevas aventuras; adiós chiquitines.

Para despistar a los guajes, Priscila traza un plan, desapareciendo de su acuario fingiendo un rapto.

Cristales rotos, arena esparcida, incluso trozos de sus uñas.

Los pequeños están desolados, su mascota ha desaparecido y empiezan su investigación.

Siguen el rastro de unas heces y descubren que alguien se la llevó por la ventana y reptando por la fachada han llegado a la calle.

Pepín descubre siguiendo el rastro de las deposiciones, que en el jardín del colegio hay un nido. ¡Sorpresa!, hay cuatro crías pidiendo comida.

Hay un adulto cuidando de ellas que es su papá y a lo lejos se divisa a Priscila que viene con varios trozos de fruta para el sustento de sus crías.

¡Priscila no ha sido raptada!, ¡gritó Pepín!.

La clase asombrada preguntaba sin cesar a su mascota. Me he ido por amor, siento que os haya entristecido tanto, pero no aguantaba más encerrada.

Los guajes llegan a un acuerdo con ella; a cambio de no irse, ella volverá con toda su familia al acuario, a condición de poder salir y entrar a su antojo y con total libertad.

Por supuesto tod@s en clase accedieron.

Ahora Priscila es feliz viviendo en independencia y lo mejor de todo es que los guajes han entendido que a nadie se le puede privar de su libertad.

Ahora no tienen una mascota, la familia ha aumentado a seis.


-¡Gracias niños !, ¡gritó Priscila!
Sois mi segunda familia, os quiero. 




jueves, 16 de septiembre de 2021

Suena el timbre.


 Han pasado veinte años y parece que fue ayer, me sigo despertando empapado en sudor, noche tras noche,  el horror de aquel fatídico día me persigue, la misma pesadilla, el sueño se repite incrustado en mi cerebro.


​La torre se tambalea, el olor a carne quemada no me deja respirar, me ahogo, mi acezo va a mil por hora, me rindo, estoy a punto de sucumbir a la barbarie. 

​Siento un contacto en mi espalda antes de caer a plomo, Larry me agarra y coloca una mascarilla de oxígeno, mi resuello se estabiliza, todo está oscuro y mi única orientación es la linterna de este bombero salvador. 

​Descendemos lentamente a pisos inferiores, parece que lo hemos conseguido; ya a salvo, pero Larry prosigue con su hazaña. 

​A pesar de las advertencias, hace caso omiso y se interna nuevamente en el infierno. Ya en la ambulancia, pero sin rastro de mi ángel de la guarda. 

​Una semana de hospital y para casa, soy un afortunado, lo sé. 

​Suena el timbre, es Larry, sólo puedo llorar, nos fundimos en un abrazo eterno, mi héroe está vivo, su nombre es lo único virtuoso que hay en este sueño atronador. 

Un día más, el mismo sueño, veinte años de recuerdos pero parece que fue ayer.

Larry y yo seguimos ahí... ¡viviendo! 

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Héroe y arquitecto.

 Nada hace presagiar a  Alberto, (arquitecto reputado y soltero), lo que va a ocurrir, tirado en el sofá viendo una de romanos; enero y nevando, es el mejor plan.


La película es un bodrio y le ha visitado Morfeo. Un fuerte olor a plástico se propaga por el ático, algo va mal.

Todo es humo, una toalla en la cara, su gato Gaspar en el brazo y fuera, la humareda ya no deja ver. 


Con dificultad llega a la azotea, (un edificio de 32 plantas en Madrid y diseñado por él), el frío es muy intenso, el vaho de su aliento se congela al salir y respira con mucha intensidad; todo el bloque está en llamas y los bomberos no acaban de llegar, y encima, el sistema antiincendios ha fallado.

Se oyen los gritos desgarradores de los vecinos atrapados en plantas inferiores y hay que actuar rápido.

Nadie conoce mejor el edificio que nuestro arquitecto, en la azotea hay un gigantesco depósito de agua. Aquí está la clave para atajar el incendio.

Afortunadamente el depósito tiene un sistema que le hace estallar en una emergencia de este calibre, ( Alberto es un apasionado del cine de acción y no dudó cuando lo diseñó).

Sólo hay que accionar una palanca, pero estaba atrapado, si liberaba todo el agua le arrastraría hacia el abismo, pero pensó rápido, se ató una manguera de incendios a la cintura y accionó la palanca, el agua inundó la azotea en segundos y el arquitecto y su gato salieron despedidos al vacío quedando suspendidos por la fachada.

Cuando llegaron los bomberos, el fuego ya estaba extinguido y solo tuvieron que rescatar con una escala a Alberto y su gato.

No ha habido víctimas y Alberto es ahora el héroe de sus vecinos.