-Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada, el final de un cuerpo reencarnado en el fantasma de la soledad.
-Vaga por las viejas habitaciones, ávido de aventuras que están por llegar.
-El ochenta y siete fue el año de su muerte y posterior reencarnación, pero la casa sigue encantada.
-Sus nietos le recuerdan como un ser amable y trabajador, un ferroviario jubilado, enamorado de sus innumerables maquetas ferroviarias.
-En la soledad de la noche pasa el tren haciendo sonar su sirena, recordando que Anselmo vivió en esta morada deshabitada.
-Como cada mañana coge su fiambrera y acude a la estación para ocupar su puesto de controlador ferroviario.
miércoles, 24 de enero de 2018
miércoles, 10 de enero de 2018
El arte de la guerra.
Pestañeó dos veces para decir que sí,- gracias a ese soldado enemigo, que hoy es mi inesperado amigo-, sabía que quería vivir.
Vio su vida pasar en segundos hasta que consiguió ver la luz al final del túnel.
Su ángel de la guarda nunca le abandonó y ganó la partida a la parca.
Un poker de ases bien jugado.
Maldita sea su mala suerte,pensó en desertar, pero hubiera sido de cobardes.
Una ráfaga, un proyectil que le rozó el corazón,un francotirador inesperado en el arte de la guerra.
Un soldado salvado que hoy vive en la reserva.
Hagan juego señores.
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