El desierto del Sahara es impredecible, quiero ser cualquiera pero he caído aquí, en tierra de nadie, en un oasis de arena, con calor y sin agua, suerte que mi avión se ha comportado y he podido hacer un aterrizaje forzoso.
Control me dice que puedo estar tranquilo, y una mierda, la situación está jodida, de aquí no salgo.
Y cuando pienso que todo está perdido, a través de la ventanilla observo un pequeño ser, un precioso niño lleno de sabiduría.
—¡Eh, tú! ¿Quién eres? ¿ Por qué vienes a invadir mi planeta?
— ¡Tu planeta! ¿Y tú, quien eres?
— Yo te hice primero la pregunta, pero te voy a contestar, yo soy El Principito y acabas de aterrizar en mi planeta, percibo una señal y viene de tu universo, La Tierra, un lugar hastío y lleno de hipocresía, intento respirar, pero se ahoga en vano mi esfuerzo, no queremos seres como tú en mi planeta.
— Tú dirás que es tu planeta, pero yo solo se que mi avión ha fallado y necesito cuartelillo, o me ayudas o de aquí no salgo vivo, las fieras y la sed acabarán conmigo.
Si pudiera elegir y vivir otra vida, elegiría ser como tú, un ser pequeño de tamaño, pero enorme de corazón, algo que en la Tierra no existe, así de triste.
No me dejes dormir al raso...o moriré en el intento.
—Tendrás que confiar en mi persona entonces, yo te daré una oportunidad, veo en tus ojos sinceridad y eso en mi planeta es muy valorado.
¿Zorro ven aquí y cuéntale nuestras normas! Esto es un planeta diferente al tuyo y has de saber que aquí reina la cordialidad y el saber estar.
El sentido de la amistad está por encima de todo, la relación humana está muy valorada, lo tienes delante de tus ojos, pero los de La Tierra no sois capaces de verlo.
—Me parece perfecto, estaba harto de vivir en una sociedad hipócrita y violenta, de hecho vengo de una guerra, por supuesto que acepto vuestras normas, quiero ser de los vuestros.
— Para, para... no corras tanto, en mi planeta somos muy incrédulos, no nos fiamos de buenas a primeras, tendrás que pasar una serie de pruebas.
— Lo que tu digas amigo, sin problema; hagamos una cosa, si paso las pruebas me quedo aquí, si no me vuelvo a mi planeta.
Lo voy a hacer, voy a correr el riesgo, demostraré que soy digno de quedarme aquí.
—Perfecto, son tres pruebas, si las pasas, te quedas.
¿Qué esperas de este planeta?
— Amistad, paz y salud, un lugar lleno de felicidad.
Sinceridad, mi vida transparente, solo busco cobijo, doy mi vida sin esperar nada a cambio.
Honestidad, no quiero compromisos, sabiendo que no podré cumplirlos, quiero ser honesto y decoroso.
— Yo, El Principito, con el apoyo de todo el reino, te declaro nuevo habitante, con tus palabras demuestras y encarnas los valores de nuestros habitantes.
Bienvenidas seáis, Amistad, Sinceridad y Honestidad.
Y cuando pienso que todo está perdido, a través de la ventanilla observo un pequeño ser, un precioso niño lleno de sabiduría.
—¡Eh, tú! ¿Quién eres? ¿ Por qué vienes a invadir mi planeta?
— ¡Tu planeta! ¿Y tú, quien eres?
— Yo te hice primero la pregunta, pero te voy a contestar, yo soy El Principito y acabas de aterrizar en mi planeta, percibo una señal y viene de tu universo, La Tierra, un lugar hastío y lleno de hipocresía, intento respirar, pero se ahoga en vano mi esfuerzo, no queremos seres como tú en mi planeta.
— Tú dirás que es tu planeta, pero yo solo se que mi avión ha fallado y necesito cuartelillo, o me ayudas o de aquí no salgo vivo, las fieras y la sed acabarán conmigo.
Si pudiera elegir y vivir otra vida, elegiría ser como tú, un ser pequeño de tamaño, pero enorme de corazón, algo que en la Tierra no existe, así de triste.
No me dejes dormir al raso...o moriré en el intento.
—Tendrás que confiar en mi persona entonces, yo te daré una oportunidad, veo en tus ojos sinceridad y eso en mi planeta es muy valorado.
¿Zorro ven aquí y cuéntale nuestras normas! Esto es un planeta diferente al tuyo y has de saber que aquí reina la cordialidad y el saber estar.
El sentido de la amistad está por encima de todo, la relación humana está muy valorada, lo tienes delante de tus ojos, pero los de La Tierra no sois capaces de verlo.
—Me parece perfecto, estaba harto de vivir en una sociedad hipócrita y violenta, de hecho vengo de una guerra, por supuesto que acepto vuestras normas, quiero ser de los vuestros.
— Para, para... no corras tanto, en mi planeta somos muy incrédulos, no nos fiamos de buenas a primeras, tendrás que pasar una serie de pruebas.
— Lo que tu digas amigo, sin problema; hagamos una cosa, si paso las pruebas me quedo aquí, si no me vuelvo a mi planeta.
Lo voy a hacer, voy a correr el riesgo, demostraré que soy digno de quedarme aquí.
—Perfecto, son tres pruebas, si las pasas, te quedas.
¿Qué esperas de este planeta?
— Amistad, paz y salud, un lugar lleno de felicidad.
Sinceridad, mi vida transparente, solo busco cobijo, doy mi vida sin esperar nada a cambio.
Honestidad, no quiero compromisos, sabiendo que no podré cumplirlos, quiero ser honesto y decoroso.
— Yo, El Principito, con el apoyo de todo el reino, te declaro nuevo habitante, con tus palabras demuestras y encarnas los valores de nuestros habitantes.
Bienvenidas seáis, Amistad, Sinceridad y Honestidad.
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