martes, 4 de noviembre de 2014

Mi niño

¡Oh, Chiquitín de mis amores!
Desde que llegaste a nuestras vidas
los días son de colores y nuestras batallas diarias siempre son conseguidas.


Mi niño grande y robusto, bendito como el sol a la mañana, fornido guapo y astuto, como el sol en mi ventana.


De carácter extremadamente indomable, espigado de voz ronca y sonora, con tu actitud incontestable, como una noche de oscuridad soñadora.


Protestón y muy bribón,
es mi niño un soñador,
cantarín y bonachón,
eres todo pundonor.


Amor por tí es lo que profeso,
amor por tí es lo que siento,
tu sonrisa me tiene preso,
y me dejas sin aliento.


Mi niño... mi amor... mi rendición.

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