Al sur de España...
Recientemente he tenido la gran suerte de visitar una localización del pais que aún me faltaba por descubrir...
—¡Maravillosa oiga!
—Fascinante,deslumbrante... llena de luminosidad.
Me hice a la carretera con mi familia al volante de mi monovolumen —me encanta conducir— y atravesamos nuestro maravilloso pais para llegar hasta la otra punta... ese lugar donde la tierra se termina y el sentido de la vista se pierde en el ocaso del mar.
Como habéis podido deducir, estoy en tierras gaditanas...una provincia andaluza fascinante.
Esa Tacita de Plata, con su Casco Antiguo, en el que a sus pies, se vislumbra su majestuosa catedral, con esas calles tan estrechas y empedradas como si el paso del tiempo se hubiera detenido; su deslumbrante puerto, el Mercado de Abastos, con gran variedad de productos, entre los que destaca su famoso chicharrón de Cádiz y sobretodo y lo más importante... la amabilidad, bondad y hospitalidad de sus lugareños.
Después y no menos fascinante, está su provincia donde se mezclan muchos colores y sabores...ese Puerto de Santa María, con su marisco del famoso Romerijo y sus bodegas; por supuesto su gran plaza de toros que tantas tardes de gloria ha acontecido.
Esa isla de San Fernando con el gran Camarón y su Venta de Vargas donde tantos ratos pernoctó el cantaor.
El gran Jerez de la Frontera con su deslumbrante catedral, su no menos deslumbrante alcázar,sus imponentes bodegas...y su zona nueva donde destaca el lujo de su comercio.
Su Chipiona de la gran Rocío Jurado y su virgen de Regla...
Ese Rota naval con su gran base militar por bandera, donde a escasos kilómetros se encuentra Puerto Ballena,un gran complejo urbanistico por excelencia.
Su interior, con el majestuoso Arcos de la Frontera y sus fascinantes vistas desde el mirador y ese Ubrique con olor a cuero.
San Lúcar de Barrameda con su Doñana y su camarón tan rico al paladar.
Bien seguro que me dejo por el camino muchas localidades sin nombrar, no por ello menos bellas.
Marché de tierras gaditanas deslumbrado por su belleza y con un agradable olor a fino.
Y lo más importante hacia mi persona, la dulzura y amabilidad de sus gentes.
¡"Viva Cáiz picha"!
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