jueves, 21 de julio de 2022

«Mañana saldrá el sol.»

 


Soy don  Fuego, mi nombre es muy conocido hace miles de años, concretamente mi primer tocayo vio la luz en la época del Paleolítico inferior, mediante técnicas utilizadas por el Homo erectus, que a posteriori, fueron mejoradas por el Homo sapiens, dando lugar a uno de los mayores descubrimientos de el ser humano. Algo inaudito, calor, combustión, supervivencia,  actualmente mis tocayos y yo seguimos siendo indispensables en el ciclo de la vida.


Ahora os voy a contar que hago yo hoy aquí dialogando con vosotros, soy el que os va acompañar durante ésta Noche de San Juan alicantina, noche de hogueras, de alegrías, de quemar malos recuerdos, de dejar atrás lo malo y quedarse con lo bueno, recibir el solsticio de verano con la mejor sonrisa, resumiendo... soy la alegría personificada.

Mi historia es compleja, difícil de entender o digerir, al contrario que los humanos, los Fuegos somos omnipresentes e inmortales.

Mi llama se ha encendido a media noche y me apagaré al alba, pero habré cumplido mi misión, la de alegrar la vida de muchos mortales por unas horas.

Mi mundo es pequeño y grande a la vez, bueno y malo, lleno de burbujas de colores, llenas de vida interior.
Me explico, si la burbuja explota como esta noche, la diversión está asegurada, pero no siempre son burbujas de alegría, también las hay de miseria y tristeza a raudales; hace dos noches sin ir más lejos, parecía en uno de los mayores incendios forestales de la Península Ibérica, arrasando con todo al pasar, es mi récord, tardaron en quitarme la vida quince días, llenos de destrucción y desolación.

Pero ya veis, hoy me toca estar aquí, dando la vuelta a la tortilla, todo son risas y alegrías, no olvidar que el Fuego es vida.

Mañana saldrá el sol.

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