martes, 5 de diciembre de 2017

Margaret.

Tardaría en encontrar la llave que necesitaba.

Años encerrada en aquella casa derruida habían hecho de ella una persona frágil y desconfiada.

Hasta que una mañana la suerte la sonríe, su madrastra cae desmayada al suelo, es el momento de intentar fugarse, hoy no tiene mordaza ni ataduras en sus frágiles manos.

Ahora Margaret tiene que encontrar la ansiada llave de su libertad, era tan fácil como buscar en los bolsillos de su raptora.

Es libre, ya respira aire puro después de diez años privada de su libertad.

Su madrastra esta muerta y Margaret celebra su ansiada libertad.


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