viernes, 30 de octubre de 2015

Sur de Otoño.

Es espectacular pasear estas dos ultimas semanas por las calles de mi ciudad.
Llevamos varios días con atardeceres espectaculares,no se ha escondido el astro Dios,cuando sin mediar palabra hace su puesta en escena la diosa de la noche.
Para los que no sois de estos lares,tenéis que saber que os hablo de Santander y sus alrededores.
No hay rincón que no se preste en este otoño caluroso a regalarte una inolvidable imagen para la retina.Si voy al Sardinero me encuentro con el viento sur de cara,sin remilgos,moviendo mi pelo mientras oteo a lo lejos el oleaje en la isla de Mouro.Si sigo mas adelante me topo al final del camino con una esplendorosa península de la Magdalena,adentrándome,cual Ave Fénix en el esplendor de su boscoso arbolado,en mis ojos se vislumbra toda la gama de colores que podamos imaginar,es un espectáculo inexorable.
Si me voy al otro extremo,me adentro en el paraíso,uno de mis rincones favoritos para desconectar del mundanal ruido,-he llegado al paraíso natural de Mataleñas-,un inmenso jardín de las delicias, de flora y fauna que es capaz de regalarte la naturaleza a escasos metros del asfalto.
Hoy el amanecer por mi querido Puerto Chico ha sido espectacular,el contoneo de la bahía a través de la silueta de los raqueros no deja lugar a dudas,tengo ante mis ojos una de la bahías mas bonitas del planeta.



Este otoño asurado y seco ,es lo que tiene,temperaturas de altos grados y alguna que otra cabeza sin rumbo fijo,buscando enderezar su camino.
El pelaje del cielo es inigualable,las nubes se agrupan como mágicos valles de algodón,de colores rojizos y plomizos,como si el pintor lo estuviera plasmando con sus pinceles,son pinceladas majestuosas de luz y color.
Otoño magistral dentro y fuera de mi querido hogar,estación predilecta de mis ojos,que hace que exteriorice lo mas profundo de mis sentimientos.
Paseo por los rincones de mi querida Cantabria,con temperaturas ambientales propias de la Canarias mas calurosa,este loco viento sur,que nos aventa y trastorna la mente,que hace que los arboles pierdan sus hojas al compás de la melodía sinuosa de su silbido agudo y sibilino.



Otoño en Cantabria,de mi tierra inusual,con sus ferias de ganado,sus magostas,y sus fiestas sin parar.
Estación de nostálgicos como el menda,que nos reblandece el corazón,y nos adentra en un mundo inventado de situaciones de un calado inusual.
Las hojas caen,el viento no cesa,dificulta la entrada a puerto de los gigantescos cargueros que dan vida a nuestro puerto,las calles se vuelven locas,el olor seco del viento te reseca las entrañas hasta dejarlas como la mojama,soy un paseante sin rumbo,hoy estoy en la costa,mañana en el interior,es lo que tiene mi Cantabria,puedo elegir sitios por doquier con distancias cortas en mi mente.


Pero no os olvidéis,me acompañan los vientos del sur,ese sur alocado como la humanidad que me rodea,sin distinción.
Sur de mis amores,loco ventoso y oloroso,otoño inusual de un calor sin igual.

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