Comienzan a acumularse en la superficie del planeta y nada les va a detener, el noventa por ciento se está convirtiendo en hielo y el otro diez somos seres vivos que sobrevivimos al cambio climático.
Los icebergs se están adueñando de todo al pasar y el agua de mi cuerpo comienza a helarse.
El carbón se agota y no podremos calentarnos.- La muerte planea sobre nosotros como los buitres a la carroña-. El hielo nos invade.
Año cero del día uno, perdidos y desorientados en el tiempo, seguimos resistiendo.
Antes que mi corazón cambie de color me despido, me consumo como una vela a ritmo acelerado.
Atentamente, siempre vuestro, se despide un corazón incandescente.
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