No podremos salir del castillo hasta el próximo Halloween.
La marquesa se ha obsesionado con su muerte y ha ordenado tapiar puertas y ventanas.
El Marqués de Windsor está asustado y no es capaz de hacer frente a su esposa.
Lo peor está por venir, no hay provisiones y tendremos qué comer insectos varios cómo arañas u otros bichos que podamos encontrar por las diferentes estancias del castillo.
El carillón no se cansa de anunciar con su melodía el calvario al que nos vemos sometidos minuto tras minuto, hora tras hora, día tras día.
Hoy ha sido agotador, hemos terminado de rodar la última secuencia, ahora toca disfrutar de este maravilloso largometraje.
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