Mientras caminaba por el andén pensaba que lo había conseguido, estaba en La Latina, presto y dispuesto a dormir al cobijo de un techo.
Gracias al Samur y altruismo de muchos vecinos que trajeron mantas, viandas calientes y ropa interior o calcetines que lo teníamos empapado.
Nuevamente el Metro de Madrid y los madrileños habéis demostrado vuestra solidaridad con "los sin techo", esos perfectos desconocidos que pasamos desapercibidos a los ojos de la sociedad, pero que estamos ahí, que existimos y somos seres humanos. No importa la clase social, lo que prevalece es la empatía en la humanidad.
¡Gracias Madrid!
No hay comentarios:
Publicar un comentario