-Esas alas de plástico servían para volar sobre la inmensidad del mar.
Jugar a imaginar que eres un súper héroe que viene a salvar el planeta.
-Dame unas alas para volar y sentirme libre, como el viento en las montañas.
Viajar por el espacio exterior, con esas alas que un día, mi padre confeccionó.
-Tú sí que eres un héroe papá, mucho más que cualquiera, que pueda idolatrar.
Jugar a volar con mi imaginación e imaginar que esas alas son de verdad, llegar al espacio exterior y flotar.
-Flotar, volar e imaginar contigo papá.
Hermoso vínculo entre un padre creativo y un niño imaginativo, aunque ambos son ambas cosas: crear es imaginar e imaginar es crear, y es decirle al mundo que el cerebro no solo sirve para odiar, ambicionar o envidiar insanamente. ¡Bonito poema, abanderado vijanero!
ResponderEliminarMuchas gracias don Iñaki
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ResponderEliminarDe nada, son 100 euros.
ResponderEliminarPrecioso poema, y la foto de la plata de La Arnia muy bonita
ResponderEliminarMuchas gracias amiga.
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