-Sentado en el espigón esperando al amanecer, la luna se esfuma y en el horizonte lejano comparece a escena el astro dios.
-Y soñé que ayer estuve a tu lado, conversando contigo y recordando aquellas tardes frías de invierno donde tu impasible, esbozabas siempre una sonrisa.
-Siempre una frase constructiva y un te quiero en la mirada, todo personalidad y gran amigo de la dignidad.
-Hoy después de veinte años sigues en mis pensamientos, mis continuas inquietudes y desvelos de madrugada.
-Aprendí de ti los valores necesarios para ser una persona respetada y querida, amigo de sus amigos, mirada al frente y dignidad conmensurada.
-Aún recuerdo cuándo contextualizabas mejor que un catedrático aquellos años de lucha sin cuartel en una guerra absurda y fría.
-Ayer cantabas la internacional y balbuceabas frases de tu "Pasionaria," claramente tu mirada se emocionaba.
-Mis noches de limón y sal, pensando donde estabas, que habías partido para no volver.
-Como diría el maestro de Baeza en una de sus letras, permaneces en nuestros corazones con dos cojones. Siempre con mirada al frente, desafiando a la vida, ensimismado en tus sueños.
-Soñar contigo me reconforta, pone en marcha el engranaje de mi aparato locomotor, enloquezco en tus pensamientos.
-Y soñaré, y soñaré, y seguiré soñando, que me estas mirando, hasta que la parca me llame a tu lado.
-Soñar, que nunca dejo de soñar, soñando que soñaba, que soñé, que te estaba soñando.
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