La moralidad

Cómo cada mañana Paco se levanta al alba para ir a currar,sus cincuenta años  no son obstáculo para él, su familia le necesita y sabe que no les puede fallar.
Es muy temprano, todos duermen en la casa, salvo Tobías, su viejo perro fiel que no le abandona nunca, todos los días cuando Paco se va,el se sienta en el quicio de la puerta hasta su regresar taciturno.
Me desplazo a diario de mi pueblo a la capital,cuatrocientos kilómetros diarios de carretera para subsistir con ochocientos  míseros euros, once horas  de lucha diaria,sumado a las que me tiro en la carretera, y los políticos quejándose que cobran poco.....que vengan conmigo a la obra un día, le digo yo a Marisa,-mi amada esposa-,así es la vida me dice siempre ella.


Hoy se ha hecho muy tarde, la faena se ha complicado y Paco va retrasado en su horario, todavía no se ha hecho a la carretera y su familia se empieza a impacientar con su tardanza.Hace mucho frío, la carretera es eterna y está helada, su vehículo se sale de la carretera.
Afortunadamente ha sido un pequeño susto, y estoy bien.



Tres horas mas tarde llego a mi hogar, sale a recibirme mi familia,es cuando me derrumbo y rompo a llorar.





Soy afortunado......hoy me he dado cuenta que no merece la pena morir trabajando y si vivir amando.