¡Ahí va! Nos volvemos a ver entre sonrisas,
Con gesto de resignación que me acerca a tí.
Son las tres en el reloj de la ilusión,
las agujas se contonean al transcurrir del tiempo.
La madrugada despierta mi intuición,
me acoplo a ti, con resignación.
Ya me atreví a dejarte alguna cosa,
reconozco que tu mirada me ilumina,
Por qué asustarse si la oscuridad es ambiciosa,
como el olor a vino de una cantina.
Me siento a tu lado susurrando,
perdido en tus ojos clarividentes,
Puede ser que te lo diga cantando,
y que la vida me guíe, en noches calientes.
Algo que me ayude a imaginar,
adentrándome en tus sentimientos,
Soñar que a tu lado puedo caminar,
Entrelazados viviendo los mejores momentos.
Puede ser otra semana en el mismo café,
No lo siento o sí lo sentí,
estoy aquí, nunca me cansaré,
Lo daré todo por no estar sin ti.
Tu reflejo es real, alarga el día,
mi voz rasgada se pierde contigo,
Cada amanecer, puede ser una vía,
yo siempre a tu lado sigo.
Puede ser que mañana ya no esté,
quizá no me dió tiempo a pensar,
Aquel niño ya creció, nunca contesté,
Solo se que te quiero sin cesar.
Miramos los dos el mismo mar,
la misma puesta de sol del atardecer,
Gracias por permanecer sin hablar,
bajando el telón de nuestro acontecer.
Puede ser que nos queden muchos años,
aún nos queda lo mejor, sin duda,
Perpetuidad como la flor de los castaños,
que dan su fruto en la muda.
Ya, se que quizá mis locuras no son apetecibles,
puede ser que tu sonrisa no sea esa,
Ya me di cuenta en madrugadas inconcebibles,
Toma mi corazón, te lo dejo ahí, piensa.
Puede ser que nunca imaginé escribir nuestro final,
No deshagas algo que es eterno,
alcanzaré la meta matinal,
Cuando la noche muestra su lado interno.
¿Cómo puedo hacer una vida contigo?
Si voy continuamente a la deriva,
si tú te acercas yo me siento vivo,
Tus palabras imprudentes son en cursiva.
Puede ser que no sea valiente,
tu amante amigo, quien me ayuda a levantarme,
Tu juguete en manos de un confidente,
Enamorado de tí, amarte, amarme.
Puede ser que te haya hecho feliz a cada instante,
Nunca descansaré de intentarlo,
seguiré compartiendo incesante,
Tengo claro que debo contarlo.
Quiero ser dueño de mis noches,
compartir contigo mis manías,
Sé que a tu lado no hay reproches,
Me duele este vacío en este amanecer de sintonías.
Puede ser que mañana amanezcamos,
En el confín de los principios señalados,
Frente a frente nos acurrucamos,
en el final de un camino, acaramelados.
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