Lo hemos adoptado como un hijo más, no podíamos permitir que Néstor acabara en los servicios sociales.
Sólo tiene quince abriles y le hemos visto crecer, Eva y él siempre han sido amigos.
Los hermanastros comienzan una relación secreta, nadie sospecha nada.
Eva está en cinta y sus padres descubren el pastel.
Han pasado quince años, hace tres, que los padres de Eva fallecieron en extrañas circunstancias.
Los padres de Néstor no perecieron calcinados por accidente, sino que su hijo fue el artífice de todo.
La historia se repite, pero esta vez el calcinado es él y Eva por parte de su primogénito de quince años.
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