Dígale, agente, que no tuve más remedio que matarle.
-Pero, cómo se lo voy a decir, si el sujeto ya está muerto.
Muy sencillo, míreme a los ojos, con mi certero disparo en el entrecejo, cae fulminado.
– Tengo claro quien era el asesino, mera excusa para salir indemne del asesinato, le ha salido bien, conmigo también.
Nos veremos.
Me veo inmerso en un ajuste de cuentas, un sicario colombiano, me aniquila, de un certero disparo.
-Bienvenido a tu nueva vida, sabía yo, que pronto nos veríamos las caras.
Un compañero vivo, acaba de decirme, que te diga, que el sicario ha dicho, que no tuvo más remedio que matarte.
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