miércoles, 17 de abril de 2019

Maltratados.

Temblamos al verle y no podemos evitar llorar desconsoladamente cuando nos pone la mano encima.

Mi hermana está tan débil que ya no es capaz de aguantar un golpe más y yo sinceramente ya no siento nada,  ambos hemos perdido nuestra autoestima.

Ha conseguido que nos creamos culpables y merecedores de las palizas que nos propina a diario, pronto alcanzaremos la mayoría de edad y volaremos libres.

Hoy ya somos padres de familia,  pero seguimos temblando cada vez que ambos recordamos las palizas que nos propinaba papá.

Al maltratador denuncia, no tengas miedo.

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