martes, 29 de enero de 2019

Simón.

Cuando se ausentaba de casa, quedaba un gran vacío.

Siempre que Simón embarcaba, -Simón es un ingeniero jefe de máquinas-, transcurría un mínimo de seis meses hasta su vuelta.

Esta vez el carguero ruso navega a Indonesia con mil contenedores de lo más variopinto.

Sus vástagos y su esposa lo extrañan. 

Cada viaje se alarga más, él está barajando la posibilidad de dar un giro radical a su vida, pero ya es demasiado tarde.

Una ciclogénesis explosiva estalla y deja el carguero a la deriva como una cáscara de nuez.

Sin tiempo a reaccionar se hunden y toda la tripulación perece en el naufragio.

En casa lloran su pérdida, su ausencia es perpetua.




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