-Papá cuéntame otra vez la misma historia, esa que me relatabas cuando era más pequeño y que hoy siendo un adolescente me sigue gustando escuchar.
-Me encanta oír tu voz cada noche, susurrando en mi oído tus andanzas de adolescente, hoy me veo reflejado en tí.
-Tú rostro delata emoción al contar tus vivencias, el mío exalta, mi devoción hacía tu persona.
-Eres mi abrigo cuando tengo miedo, mi amigo, mi confidente, el rey de reyes.
-Papá corrígeme esta historia que he escrito, vamos a la librería a comprar unos rotuladores, libros y demás.
-Papá vamos a la playa, que me quiero dar un chapuzón, pero no te separes de mí, que eres mi isla donde naufragar.
-Papá siempre a tu lado estaré y nunca te abandonaré, eres mi luz, la estrella que me guía en este camino espinoso que es la vida.
-Gracias por tus enseñanzas, por tus dimes y diretes, tan diferentes y variopintos.
-¿Papá porqué corren tantos señores detrás de una pelota? A mi me gusta más escribir y dibujar.
-Papá, llega mi despedida, empieza mi nueva vida lejos de aquí, solo te pido, cuéntame otra vez la misma historia.
-Papá cuéntame otra vez como tú sabes, el camino que debo seguir.
-No quiero lágrimas en mi despedida, te veré pronto, te escribiré, te contaré mis andanzas por el otro extremo del globo, sé que me estarás esperando, con otra de las tuyas.
-Bailar, bailar sin parar, bailar hasta la noche acabar.
-Papá cuéntame otra vez una de las tuyas.
-Se despide de tí, hasta pronto, tu pequeño colibrí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario